«Consejos y cuidados para hombres en todas las etapas de la vida»
«Priorizando la Salud Masculina: Prevención y Bienestar a lo Largo de la Vida»
Las enfermedades cardiovasculares, el cáncer y las patologías respiratorias se perfilan como las principales causas de mortalidad entre los hombres españoles.
En muchos casos, estas tragedias podrían haberse evitado con una atención preventiva adecuada a la salud masculina.
Por ello, cobra vital importancia la realización de chequeos médicos periódicos y la adopción de un estilo de vida más saludable, orientado hacia la prevención y el bienestar a largo plazo.
Tradicionalmente arraigada, la tendencia de los hombres a buscar atención médica solo cuando experimentan síntomas graves requiere un cambio.
Es fundamental promover una mentalidad proactiva, fomentando la realización de revisiones regulares para prevenir o detectar precozmente enfermedades potencialmente graves.
Entre las medidas esenciales se encuentran los análisis de sangre, la aplicación de vacunas pertinentes, la monitorización de la presión arterial
la realización de pruebas específicas para la detección temprana del cáncer y otras afecciones.
Además de la atención médica regular, se destaca la importancia de adoptar un estilo de vida más saludable.
Reducir el consumo de alcohol, dejar de fumar y seguir una dieta equilibrada, que incluya una mayor ingesta de frutas, verduras, legumbres, frutos secos y cereales integrales, son pasos fundamentales para promover la salud masculina.
El aumento de la actividad física también juega un papel crucial, recomendándose al menos dos horas y media de ejercicio semanal para mantener un cuerpo y una mente saludables.
Salud masculina: chequeo médico según la edad
Las dolencias varían con la edad y no es lo mismo el chequeo médico que realizan a los 20 años que el que hacen a los 60.
A continuación, repasaremos los exámenes preventivos que deben realizarse los hombres en función de su edad.
Salud masculina entre los 30 y los 40 años
En torno a los 20 años es conveniente realizarse pruebas para descartar un tumor testicular,
pero cuando realmente hay que comenzar a realizar chequeos anuales es a partir de los 30 años.
Sobre todo, cuando existen antecedentes familiares de obesidad, hipertensión y/o diabetes.
¿Qué exámenes se recomiendan para cuidar la salud masculina a partir de los 30 años?
El chequeo general incluye la medición de la tensión arterial, un electrocardiograma, una ecografía abdomino-pélvica, audiometría, valoración de la agudeza visual, una espirometría o un Eco-Doppler para la prevención del ictus.
También se realizan análisis de sangre y de orina en los que se miden valores como: glicemia, hemograma, urea y creatinina, ácido úrico, colesterol o triglicéridos.
De los 40 a los 50 años
A partir de los 40 años llega el momento de empezar a realizarse pruebas encaminadas a detectar el cáncer de próstata.
Se recomienda comenzar con las visitas al urólogo, una revisión que a partir de los 50 tiene que ser anual.
A partir de los 45 años, en los chequeos médicos hay que comenzar a incluir pruebas específicas para descartar la diabetes.
Para detectar o prevenir esta enfermedad se hacen dos pruebas: la medición de glucosa en plasma y la prueba de hemoglobina A1C.
La primera la hacen en la Seguridad Social y la otra está incluida en la mayoría de los seguros médicos privados.
A partir de los 50
Cuando los hombres sobrepasan la barrera de los 50 años, tienen que realizarse chequeos una vez al año.
Es muy importante controlar los niveles de azúcar, de colesterol y la tensión, además de poner especial atención a los problemas de próstata, colon y de enfermedades cardiovasculares.
Salud masculina desde los 60 años en adelante
Los chequeos encaminados a controlar la tensión arterial tienen que hacerse más a menudo. Como mínimo, uno cada seis meses.
Además de hacer todos los exámenes que hemos ido mencionando.
Asimismo, es importante señalar que el cáncer más común es nuestro país es el de colon.
A partir de los 65 años, aumenta el riesgo, por lo que las colonoscopias son ineludibles.
En realidad, lo recomendable es comenzar a realizarlas a partir de los 50 años.