El calor estimula distintos procesos curativos y penetra profundamente en los músculos y los tejidos.
Cuando se padece tensión muscular, las señales de dolor que se transmiten al cerebro se reducen si se aplica calor.
De esta forma, el calor ayuda a relajar los músculos.
El metabolismo se activa cuando se aplica calor, los vasos sanguíneos se dilatan y la circulación mejora.
De esta forma, se suministran nutrientes a los tejidos y se eliminan del organismo las sustancias nocivas.
Si bien los dolores intensos, como los provocados por las contracturas musculares, o los tejidos dañados pueden aliviarse aplicando calor
cuando se padezcan estas dolencias se aconseja consultar primero a un médico.
El motivo es que en caso de contracturas musculares el calor solo se deberá aplicar cuando la articulación no presente inflamación ni hinchazón.
Se aconseja no aplicar el calor directamente a la articulación y limitarse a los músculos próximos.
Rayos infrarrojos
La luz roja es un componente natural de la luz solar y actúa en el cuerpo como el calor, es decir, relaja y produce sensación de bienestar.
La luz roja es muy beneficiosa y puede utilizarse selectivamente para tratar contracturas, trastornos circulatorios de los vasos sanguíneos, resfriados, dolor en las articulaciones y baja temperatura corporal.
Como resultado los músculos se relajan, los vasos sanguíneos se ensanchan, los dolores se alivian y la temperatura corporal aumenta.
El calor puede ayudar asimismo a tratar enfermedades que afectan a los oídos, la nariz y la garganta.
Las lámparas de infrarrojos se llevan utilizando décadas para tratar resfriados.
La luz del sol se compone de todos los colores del arco iris.
La luz por infrarrojos aporta calor al tejido sobre el que se proyecta, el cual reacciona con un aumento de la circulación y de la actividad metabólica en el área expuesta a la temperatura.
Algunos colores son perceptibles por el ojo humano, otros no.
También la energía solar se compone en gran medida de radiación infrarroja saludable necesaria para la vida.
¿Cómo actúan los rayos infrarrojos?
Los rayos de calor infrarrojos penetran tan solo unos milímetros en la capa superior de la piel y generan un calor conocido como «calor de profundidad» que resulta muy agradable.
Efecto de los rayos infrarrojos sobre la salud
La piel que recibe estos rayos se calienta, mejora su circulación y aumenta la actividad metabólica en el área expuesta a la temperatura.
La luz infrarroja hace que el cuerpo se active y, de esta forma, se favorecen de forma selectiva los procesos curativos.
Esta luz se utiliza a menudo como terapia auxiliar en el tratamiento de enfermedades otorrinolaringológicas, resfriados y contracturas musculares.